En el año 1963, la empresa Krupp, desarrollo el primer martillo hidráulico patentado en una máquina portadora.
4 años más tarde en la Feria de Hannover de 1967, se presento la primera máquina, el Krupp HM 400, fue un éxito rotundo y se llegaron a vender más de 2000 unidades.
Con la llegada del martillo hidráulico se consiguió ahorrar tiempo y mano de obra, el trabajo en el que eran necesarias varias personas ahora se podía hacer con una sola.
Esto supuso una revolución el mundo de la minería y la construcción.